Estas son las mañanitas, que cantaba el Rey David, a los colombianos bonitos se
las cantamos aquí.
las cantamos aquí.
Felicidades Gabo. Admito que no eres de mis escritores predilectos, pero sé reconocer tu importancia para las letras latinoamericanas. ¡Muchas Felicidades! y ¡que suene ese acordeón!
Y que sean 100 años... y no precisamente de soledad.
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